Eran los tiempos en los que todos queríamos tener en nuestras manos un aparato revolucionario llamado ordenador personal y entre estos los más exitosos fueron Spectrum, Commodore o Amstrad. Durante esos diez años estas máquinas arrasaron en el mercado vendiendo millones de equipos y algunos aprendimos a programar con BASIC aunque la mayoría nos divertíamos jugando los primeros videojuegos que fueron leyenda. Pero con ninguna de las marcas fue capaz de sobrevivir a los 16 bits. Lo mismo que le ocurrió a Commodore. Un triste final para tres leyendas de los años 80.
Spectrum: el pionero y nos permitió a muchos descubrir la informática
En 1981, Sinclair lanzó una computadora a un precio entre 39.000 y 50.000 pesetas (230 a 300 euros) y se desarrollaron más de 20.000 juegos. El inventor fue Sir Clive Sinclair, presidente de Sinclair Research, una empresa inglesa y fue el orgullo del Imperio Británico.
También conocido como ZX81, era pequeño, funcionaba en BASIC y Tenía sólo 16K de memoria y su unidad de almacenamiento era una cinta de casete para su procesador de 3.25 MHz. Incluso para los estándares de 1981, era lento, pero por su precio era un punto de entrada atractivo para los aspirantes a aficionados que no podían gastar en unas primeras PC con unos precios desorbitados.
Fue todo un superventas porque se trataba del primer ordenador doméstico con potencia para ejecutar juegos, y nos permitía programar aplicaciones en el lenguaje BASIC. Con tan escasos recursos, y lento que era cargando programas, el Spectrum se convirtió en la computadora más pequeña y barata del mercado vendiendo en cuatro años más de un millón de unidades sólo en España. Debido a que la computadora contenía solo cuatro chips, confiaba en su CPU para manejar todo su procesamiento y verse cualquier pantalla externa a la que estaba conectado. Este pequeño ordenar admitía muchas expansiones, como unidades de disquete y complementos de RAM, que mejoraron en gran medida su funcionalidad.
No pudo competir ante la llegada en los años 90 de los primeros Pcs de 16 bits y 32 bits. Acabó siendo comprada por su rival Amstrad y en la actualidad la marca ha desaparecido.
El Commodore 64: el ordenador premium que marca un antes y un después y el más vendido del mundo.
El Commodore 64 jugaba en otra liga. Fue lanzado en 1982, el Commodore 64 tenía una CPU de 1MHz y un potente chip de sonido programable y gráficos potentes para una computadora de 1982. Aún mejor, el Commodore 64 por unas 100.000 pesetas (600 euros) tenías un ordenador de 8 bits con gráficos de 16 colores y un sonido espectacular. Tenía 64 KB de RAM (de ahí el nombre). Y el Commodore 64 podría conectarse a un televisor, convirtiéndolo en una consola híbrida de computadora / videojuego. Cuando se lanzó en 1982, las capacidades gráficas del Commodore 64 superaron a otras computadoras populares como la Apple II. La unidad de almacenamiento era un cartucho y poseía una conectividad inigualable para la época.
Gracias a su precio, el Commodore 64 se vendió bien se vendieron más de 17 millones de unidades en el mundo. Y siguió vendiendo. A medida que la computadora se volvió más barata de producir, Commodore redujo el precio, manteniéndolo popular durante la década de 1980. Continuó produciéndose hasta 1994. Por desgracia, la compañía no supo evolucionar y los modelos que sucedieron al 64, como el Amiga, fracasaron.
El Amstrad CPC 464: recoge lo mejor de Spectrum y Commodore64 de los 80.
En 1984, dos años después que sus rivales, la compañía británica Amstrad presentó en sociedad el CPC 464. El Amstrad CPC (Color Personal Computer) 464 fue una computadora doméstica que tuvo un gran éxito en Europa, logrando más de dos millones de ventas. Apareció por primera vez en el mercado en 1984 y su producción se detuvo en 1990.
Al igual que el ZX Spectrum, utilizó una CPU Zilog Z80A de 8 bits, que tenía una velocidad de reloj de 4 MHz. Su memoria alcanzó los 64 KB y una parte del sistema operativo CP / M, una versión del lenguaje de programación BASIC (Locomotive BASIC) junto con el compilador se almacenaron en la ROM de la computadora.
Además, el CPC464 estaba equipado con un reproductor/grabador de cintas incorporado para cargar programas y almacenar datos. El CPC464 fue una de las pocas computadoras hogareñas de esta época que incluía un monitor, que tiene una pantalla monocromática o en color. La compra de este monitor Amstrad fue necesaria, al menos inicialmente, ya que las computadoras CPC no tenían RF ni salida de video compuesto; en su lugar, usaron un conector Din de 6 pines RGB. Sin embargo, Amstrad luego lanzó un adaptador especial de RF que permitía la conexión de estas computadoras con un televisor normal.
Éxito de ventas que hizo a esta empresa hacerse con el 25% de mercado de ordenadores de Europa a finales de la década de los 80. Al igual que sus rivales la llegada de los 16 bits, de los ordenadores clónicos y de las consolas de Nintendo y Sega la dejó en fuera de juego. Su historia parecía encaminada a la bancarrota, como la de Commodore. Pero todo cambió cuando la firma británica se quedó con la exclusividad de fabricar los receptores (decodificadores) de televisión para el operador por satélite Sky.